John Mayall (Macclesfield, Cheshire, 29 de noviembre de 1933) cantante y compositor británico de blues. Precursor de la invasión del blues inglés junto a Alexis Korner.
En 1955 fundó su primer grupo, The Powerhouse Four; y posteriormente su más famosa banda: The Bluesbreakers, en la que contó con la colaboración de guitarristas como Eric Clapton, Peter Green y Mick Taylor. Su banda fue el alma máter de diversas formaciones posteriores. Mick Fleetwood y John McVie formaron parte de la banda y participaron en la grabación de "A Hard Road", junto al guitarrista Peter Green, formando, tras dejar los Bluesbreakers, Fleetwood Mac.
"The Bluesbreakers" consiguió hacer magníficos discos en la década de los 60s como el famoso álbum "Bluesbreakers" en cuya portada aparece Eric Clapton, hojeando un ejemplar del comic "BEANO" (en el que participó como guitarra solista en un trabajo inconmensurable, a partir del cual empezó a ser comparado con Dios). Después de la salida de Clapton para formar el trío de blues-rock Cream, John buscaría un nuevo guitarrista. Entonces, Mayall lo sustituye con Peter Green. Después de grabar con Green el disco "A hard road", Green se marcha para formar fleetwood mac. Según el propio Mayall: "Un día, teníamos un concierto y no teníamos guitarrista, entonces apareció Mick Taylor". Mayall quedó alucinado con el joven guitarrista, pero terminó el concierto y Taylor se marchó. John lo buscó por por todos lados, hasta que consiguió localizar a Mick y le ofreció el puesto de guitarra en su banda. Él y Mick grabarían juntos el legendario Crusade, donde Taylor brilla con luz propia, y en 1969, el psicodélico Bare Wires. Después, Taylor se iría a los Rolling Stones para sustituir al fallecido Brian Jones.
A partir de 1969 John Mayall grabará los discos bajo su propio nombre. No obstante, ocasionalmente agrega el ¨The Bluesbreakers¨, para sus músicos de apoyo, en discos y actuaciones.
En la carrera de John Mayall encontramos algunas etapas, claramente diferenciadas por el tipo de blues que ha hecho.
Con los Bluesbreakers clásicos ( 1965-1968 ) prácticó un estilo entroncado con el movimiento del blues británico, orientado hacia el sonido y la audiencia del rock. Precisamente, es un sonido tipo banda de rock ( bajo, batería y guitarra ), al que enriquece con el teclado, la harmonica y la sección de viento.
Pero ya en la segunda mitad de los cincuenta, en pleno auge del rock and roll, y cuando rondaba su primer cuarto de siglo de vida, John Mayall hacía música en su natal Macclesfield ( Manchester ), con un grupo al que llamaba The Powerhouse Four. Luego, en 1962, formó The Blues Syndicate.
En 1963 se marcha para Londres. El boom del pop británico, que detonarán The Beatles, aún no ocurre. Además, el tipo de música que hace Mayall lo sitúa al margen de lo que más tarde será la beatlemanía, de la cual para nada será tributario ( salvo, tal vez, lo de beneficiarse del ¨prestigio¨ de también ser británico. Y eso solo cuando decida radicarse en los EE.UU. , después de 1968 ).
Establecido en Londres, con el apoyo de Alexis Korner, Mayall formará The Bluesbreakers, literalmente ¨los rompe blues¨, el primer grupo con que empezará a hacer historia.
Por esa época está cogiendo forma en Londres y otras ciudades de Inglaterra una incipiente ¨movida blues¨, corriente alternativa a la comercial beatlemanía. Empieza una ola musical, de la que unos muchachos llamados The Rolling Stones ( por un blues de Muddy Waters ) serán sus primeros representantes con éxito. Fue después de ellos que la sonoridad estridente de la guitarra eléctrica se convirtió en una característica del nuevo pop. Por supuesto, tirando del hilo del sonido de los Stones llegamos al blues eléctrico de Chicago, el cual por cierto no le era extraño a Mayall.
Precisamente, la estructura instrumental de los Bluesbreakers corresponderá a la de las orquestas del llamado ¨Chicago Sound¨ del blues, principal vena del futuro sonido del rock británico ( Cream, Fleetwood Mac, Savoy Brown, Led Zeppelin, AC/DC ).
Hacia finales de los sesentas la escena musical británica se llena de artistas y grupos que mantienen con el blues relaciones más o menos cercanas.
Paralelamente, en los EE.UU. , en el estado de California, también coge forma otra corriente musical, la que junto con la aparición del movimiento hippie, impregnan el aire con un nuevo ¨aroma¨, y abren nuevos horizontes para las artes y las ideas, lo que atrae a muchos músicos británicos, incluyendo a John Mayall.
Además, desde la beatlemanía los músicos ingleses son muy apetecidos en norteamérica, más aún si hacen ¨música respetable¨, tal como es percibido el blues.
Entonces, Mayall se va a pasar unas vacaciones en Laurel Canyon, en la casa de Bob ¨el oso¨ Hite, cantante y líder de los Canned Heat, una de las bandas prominentes del blues en los EE.UU.
Para entonces los grupos ingleses pasean el blues por las universidades, teatros y festivales de EE.UU. Algunas bandas norteamericanas también hacen lo propio. Y la escena del blues pasa de Inglaterra a Norteamérica.
Mayall acusa el cambio, y se marcha para la soleada California. Pero no sin antes dejar una última grabación con Decca records, en la que incluirá un tema en homenaje a Bob Hite, The Bear, el sujeto que le ha mostrado la tierra prometida, desde lo alto de las colinas de Laurel Canyon, en mayo de 1968. Muchas cosas ocurrían entonces en el mundo.
Sintonizado con las nuevas propuestas de amor y paz, entre 1969 y 1971 John Mayall se decantó por un blues acústico, sin batería. Hace entonces un blues cálido y suave, con orientación hacia la movida hippie, representada por el uso de la flauta y la guitarra acústica.
No obstante el predominio folky en esta etapa, Mayall no abandona del todo los estándares del blues más eléctrico. Además, le da un cierto tratamiento de jazz, acercándose bastante a la onda beatnik de los años cincuenta, y presagiando en algo lo que vendrá.
Efectivamente, durante 1972 a 1974 fusionó el blues con el jazz, integrando su banda con músicos negros. Saca entonces un sonido tipo big band, con un marcado toque de swing y jump blues.
Por supuesto, John Mayall no es el primero, ni el último, en fusionar el jazz con el blues. Además, si bien con el tiempo el segundo ha delimitando su propia historia respecto del primero, también es cierto que entre el jazz y el blues sobreviven muchas aristas en común.
Y en el caso particular de Mayall, está el acceso que tuvo a la colección de discos de jazz de su padre, cuando muchacho ( alrededor de 1946 ).
Por eso, desde ya antes el sabor a jazz está presente a lo largo de su obra, cuando ha usado ocasionalmente una sección de viento.
Para la segunda mitad de los setentas le agrega al blues sabores country y funky. Por entonces Mayall ya vive plenamente en California, y su blues se ha americanizado. Incluso, sucumbe un poco al sonido discoteca.
El sonido que ofrece Mayall por esta época está salpicado de los arreglos estándares del pop-rock americano, tipo del que hacen los nuevos Fleetwood Mac o los Eagles, de raíces country.
También se nutre de la otra gran vena que entonces marca el desarrollo de la música popular en los EE.UU., esto es el funky-soul, del que orquestas como Earth, Wind & Fire y los Commodores son dignos representantes.
Por supuesto, comparándolo con sus estándares anteriores, puede decirse que John Mayall se comercializa.
Sin embargo, sus nuevas exploraciones resultan muy interesantes, toda vez que las realiza con un trasfondo claramente blues. En ese sentido, es toda una nueva experiencia dentro del género.
Mayall cerrará los setentas algo perdido en el torbellino de la música disco, lo que por cierto no fue ajeno a otros artistas, como en los casos de Rod Stewart y The Rolling Stones, entre los más sonados, con una larga trayectoria.
A partir de los ochenta Mayall retorna al sonido blues rock de los primeros Bluesbreakers. Y así se ha mantenido hasta ahora, por supuesto sin dejar de recordarnos ocasionalmente sus experiencias pasadas.
Si bien sus más recientes discos adolecen de un cierto debilitamiento artístico, John Mayall aun mantiene unos estándares mínimos, que le aseguran la continuidad en el gusto de los amantes del blues. Por eso, sus discos aun son esperados, y sus conciertos aun son concurridos.
Y considerando que siempre ha tocado el mismo tipo de música, el blues, revistiendolo cada vez de una envoltura distinta, al punto de en ocasiones volverlo irreconocible, logrando así además mantenerse en la escena durante cinco décadas, no es equivoco afirmar que John Mayall constituye una de las figuras más interesantes de la música profana del siglo XX.
Sus discos [editar]
Siguiendo el esquema anterior, podemos agrupar sus discos de la siguiente manera.
Primero ( 1965-1968 ) los de la etapa correspondiente al sonido Bluesbreakers ( aunque no siempre usó ese nombre ), cuando grababa para Decca records, dentro del boom del blues en Inglaterra.
Estos son [[John Mayall Plays John Mayall]] ( en vivo ), Bluesbreakers with Eric Clapton, A Hard Road, Bluesbreakers with Paul Butterfield ( EP de cuatro temas, invitado Paul Butterfield ), Blues Alone ( en solitario ), Crusade, los Diary Of A Band vol. I y II ( en vivo ), Bare Wires ( experimental, pero blues británico a la cuenta ) y Blues From Laurel Canyon.
Vale decir que en los EE.UU. ( London records ) estos discos no salieron en el mismo orden. Es más, la mayoría no se publicaron en sus años originales, sino desde 1968 en adelante, para cuando el nombre de John Mayall fue descubierto por el público del rock, con motivo del auge del blues británico.
También son dignos de mención los discos Looking Back y Thru The Years ( en sus versiones inglesas, ambos fueron editados por separado. En la edición norteamericana, ambos salieron como un doble, bajo el nombre del segundo ). Se trata de material de archivo, inédito, publicado por Decca records después que Mayall dejó el sello y se pasó a Polydor.
Además, John Mayall intervino invitado en Raw Blues, disco en que colaboró con otras figuras del blues británico y estadounidense. La grabación fue una iniciativa del empresario dicográfico Mike Vernon, por cierto también productor de Mayall en Decca records, y figura clave en la expansión del blues en Inglaterra. Vernon fundó el sello Blue Horizon, en el que se dieron algunos de los más interesantes encuentros de músicos de ambos lados del Atlántico.
En 1969 se da un punto de inflexion en la carrera de Mayall. Se cambia para Polydor, y se vuelve acústico. De esos días son The Turning Point ( en vivo ), Empty Rooms, Usa Union, Back To The Roots ( doble ) y Memories. Efectivamente, todos son acústicos, tipo unplug, salvo Back To The Roots, que es un doble muy variado en su contenido, y lleno de estrellas.
En 1972 entrega su primer encuentro con el jazz, en Jazz-Blues Fusion ( en vivo ). Siguió en esa línea con Moving On ( en vivo ), Ten Years Are Gone y The Latest Edition, aunque cada vez más ¨blanqueado¨ y liviano, pero no por eso menos bueno. Simplemente, fue otra étapa.
Vale acotar que John Mayall graba sus discos en vivo generalmente con material fresco, y no con refritos.
En la segunda mitad de los setentas John Mayall es un músico maduro. Su blues ya no fue tan rabioso como el de los Bluesbreakers, ni experimental como con Polydor Records. Se volvió más ¨buenas vibras¨. Sin embargo, hizo cosas muy interesantes. Otra vez, solo fue una etapa más.
De esos días son New Year New Band New Company, Notice To Appear, A Banquet In Blues, Lost Of People ( en vivo ), A Hard Core Package, The Last Of The British Blues ( en vivo ) y The Bottom Line.
En los ochenta Mayall volverá a sus raíces sonoras, con un blues-rock a-la-Bluesbreakers. Y así se ha quedado hasta ahora.
De los ochentas para acá son los discos Behind The Iron Courtain ( en vivo ), Chicago Line, A Sence Of Place, Wake Up Call, 1982 Reunion Concert ( en vivo ), Blues For The Lost Days, Life In The Jungle, Along For The Ride, Road Dogs, In The Palace Of The King y Tough.
Existe además un número indeterminable de compilaciones, ediciones piratas, una que otra exclusiva de algún país y apariciones como invitado ( p.ej. Livin´ The Blues, de los Canned Heat ). En todo caso, se han citado los discos más importantes de su discografía oficial, agrupados de manera que se pueda apreciar la evolución artística de Mayall.
No obstante la irregularidad que desde los ochentas ha tenido su carrera ( hoy con una discografía de más de cuatro docenas de grabaciones ), y lo predecible que se ha vuelto el contenido de sus discos, John Mayall aun parece ser el único que merece el título de ¨Padre Blanco del Blues¨.
Sus músicos
Durante su carrera, que ya abarca cinco décadas, John Mayall se ha caracterizado por no tener una banda estable. Con el nombre colectivo de Bluesbreakers, o simplemente bajo su propio nombre, Mayall ha usado los servicios de músicos de toda clase y trayectoria. Algunos de esos músicos han permanecido junto al varios años, a veces iendo y viniendo. Otros han estado solo de paso. Algunos no dejaron grabaciones formales, y solo se los puede escuchar a través de piezas de archivos, no siempre de buena calidad ( p.ej. Primal Solos ).
La siguiente no es una lista exhaustiva de los músicos de Mayall, ni mucho menos una relación de sus agrupaciones o reparto de cada disco. Para eso están, precisamente, cada uno de los discos y sus créditos.
Entonces, entre los músicos más fieles se cuenta el bajista John McVie, que lo acompañó durante los años sesentas, hasta que a fines del ´67 se marchó con Peter Green y Mick Fleetwood a formar Fleetwood Mac. Posteriormente, en algunas ocasiones McVie ha respondido al llamado de Mayall.
También el bajista Larry Taylor, ex-Canned Heat, que lo acompañó al final de su etapa acústica ( 1970-1971 ) y al inicio del periodo jazz-blues fusion ( 1972 ). En muchas ocasiones ha vuelto a colaborar con ¨papa¨ Mayall.
Otros bajistas fueron Andy Fraser ( 1967 ), Tony Reeves ( 1968 ) y Steve Thompson ( 1968-1970 ). Jack Bruce ( 1965 ) también hizo algunas paradas en los Bluesbreakers, donde precisamente empezó la fragua de Cream.
Como nota curiosa, en el Empty Rooms encontramos el tema To A Princess, en el que intervienen Larry Taylor y Steve Thompson, en un estupendo mano a mano. El tema no cuenta con guitarra ni batería. Se trata de la voz de Mayall, y de fondo el piano marcando el ritmo y los bajos de Taylor y Thompson entrelazándose en solos.
Entre los guitarristas se cuentan Eric Clapton ( 1966 ), Peter Green ( 1967 ) y Mick Taylor ( 1968 ). En el periodo acústico o unplugged estuvieron Jon Mark, Harvey Mandel y Jerry McGee. Para la aventura jazzística setentera contó con Freddy Robinson ( 1971-1972 ). Después de Robinson, se hicieron cargo del hacha, entre otros, Victor Gaskin ( 1973 ), Randy Resnick ( 1974 ), Rick Vito ( 1975 ), Gary Rowles ( 1976 ) y James Smith ( 1977 ). Desde los ochentas destaca Coco Montoya.
De los bateristas, son memorables los momentos con Hugghie Flint ( 1965-1966 ), Aynsley Dumbar ( 1966 ) y Keef Hartley ( 1967-1968 ). En los setentas estuvieron Ron Selico ( 1971 ), Soko Richardson, ( 1974-1975, 1977 ) y Frank Wilson ( 1976 ). Hartley reapareció ocasionalmente.
Entre 1969 y 1971 John Mayall se moverá en la onda unppluged, y prescindirá de baterista. Salvo para el doble Back To The Roots ( 1970 ), en que contó con los servicios de Hartley y Paul Lagos.
Ocasionalmente Mayall ha tenido sección de viento, integrada por Chris Mercer ( 1966-1967 ), Dick Heckstall-Smith ( 1967-1968 ), Henry Lowther ( 1968 ) y John Almond ( 1969-1970 ). A partir de los setentas, se sumaron al staff del bronce Clifford Solomon ( 1971-1973 ), Blue Mitchell ( 1972-1973 ) Fred Jackson ( 1972 ), Ernie Watts ( 1972 ), Charles Owens ( 1972 ), Red Holloway ( 1973-1974, 1976 ), entre otros.
Vale también mencionar al violinista Don ¨Sugarcane¨ Harris ( 1970-1971 ).
En la segunda mitad de los setentas, Mayall agrego la voces femeninas de Dee Mckinnie ( 1975 ), y Pepper Warkins y Patty Smith ( ambas 1976 ).
Desde los ochentas, Mayall ha reclutado nuevos talentos. Ocasionalmente llama a algunos de sus viejos colaboradores, como McVie, Fleetwood, Taylor o Green.
Sin embargo de esos esfuerzos, su producción no ha recuperado el desenfado y la trascendencia artística de los sesentas y setentas, cuando cada disco constituía un hito en la progresión del blues.
Pero, no obstante el inmovilismo artístico de años recientes, por su pasado recorriendo todos los rincones del género, la obra de Mayall permanece como el arquetipo del blues hecho por blancos. Y difícilmente otros puedan reclamar ese mérito.
Su legado
La contribución de John Mayall a la historia de la música del siglo XX puede ser valorada tanto por su propio trabajo como por haber sido un busca talentos.
Mayall es el primer experimentador del blues. Durante su larga trayectoria y discografía ha desarmado y rearmado el blues. Para eso se ha apoyado en excelentes músicos, muchos de los cuales continuaron su propia carrera e hicieron historia.
En 1966 Jack Bruce y Eric Clapton se encontraron en la banda de Mayall, ocasionalmente para actuaciones en vivo. Ese fue el núcleo que junto a Ginger Baker formo Cream. Y el resto es historia. Los discos de archivos Thru The Years y Primal Solos ( éste de grabación deficiente ), documentan bien esos momentos.
En 1967 Peter Green se encuentra con John McVie y Mick Fleetwood ( ocasionalmente ). Luego se irán a formar Fleetwood Mac. El disco Looking Back, también de archivos, testimonia esos encuentros.
En 1968 tocan juntos John Hiseman y Dick Heckstall-Smith, que fundarán Colosseum. Al respecto, resulta ilustrativo el Bare Wires.
Andy Fraser, de esa misma época ( Bare Wires ), ira a Free. Y luego Mick Taylor a los Rolling Stones.
Otros ex-Bluesbreakers también iniciarán sus carreras y, cuando menos, grabarán uno que otro disco memorable, que hoy son joyas buscadas por los aficionados al blues y el rock. Así, tuvieron sus propias bandas los bateristas Keff Hartley y Aynsley Dumbar
En 1970 graba Back To The Roots, disco doble, junto con algunos de los músicos que le acompañaron en el pasado. Uno de los mejores de Mayall. Tiene de todo.
En 2003 celebró los 70 años de edad, en un concierto con algunos de los músicos que han trabajado con él, entre ellos Clapton y Taylor. Además, para la ocasión lo acompañó Chris Barber, verdadera leyenda de la música británica, por cuya orquesta pasaron Alexis Korner ( guitarra ) y Cyril Davis ( harmónica ). Barber es reputado como uno de los más antiguos responsables de la introducción del blues en Inglaterra. En su época, realizó presentaciones acompañado con Muddy Waters.
Pero John Mayall no solo tiene el mérito de ser una de las ramas principales del árbol genealógico del rock. También es uno de los responsables de la expansión del blues más allá de los límites del purismo y de la audiencia negra. Es por eso una de las figuras blancas más importantes, si no la más, del blues moderno, de gran auge a partir de los años sesentas del siglo XX.
El rol de Mayall en el esparcimiento del blues más allá de sus límites tradicionales queda en evidencia cuando bandas como los canadienses Rush, con una propuesta tan distante del blues ( salvo su primer disco ), admiten que en tiempos embrionarios incluían en su repertorio temas de los Bluesbreakers.
Por supuesto, bandas como The Rolling Stones, The Yardbirds o The Animals también son reconocidas como responsables de la expansión del blues dentro del mundo rock. Incluso con mayor responsabilidad que el propio Mayall, pues la juventud de sus integrantes las ponía más cerca de la audiencia del rock, lo que hizo del blues un género con alcances pop, al menos en cierto momento.
Pero estas agrupaciones, y otras similares, precisamente pronto se alejaron de lo que podría considerarse propiamente blues, y se encaminaron por senderos en los que el género se volvió ante todo una influencia reconocida y respetada, recordado una que otra vez en sus grabaciones o actuaciones en vivo.
A diferencia, y sin caer necesariamente en la defensa de un purismo intransigente, John Mayall siempre se mantuvo dentro del terreno del blues.
Claro, no han faltado las críticas, no solo a Mayall sino en general a los blancos haciendo blues, denunciando una asepsia y perfeccionismo que desnaturalizan al género. Más aún, no ha faltado quien hable de un blues blanco, en contraposición a un blues negro. Una discusión similar a la que se dio en el jazz, cuando éste salto del mundo negro al blanco. Se decía, simplemente, que los blancos no tenían ¨el toque¨, ¨el sabor¨, ¨el feeling¨, adecuados para interpretarlo.
Si embargo, podrían ser acusados de lo mismo guitarristas negros como Luther Allison o Robert Cray, ambos de una gran pulcritud.
[[Anki Toner]], en su obra BLUES ( 1995 ), ofrece una pertinente opinión, cuando afirma que ¨(...). Cualquiera que haya tenido relación con un hecho cultural ( en este caso el blues ) a una edad lo suficientemente temprana como para no tener formado demasiados prejuicios sobre él, puede, potencialmente, considerarlo como parte de su propia herencia cultural, asimilarlo y, por lo tanto, usarlo como medio de expresión de forma completamente natural¨. La historia del rock and roll abunda en ejemplos que avalan esta opinión.
La antinomia que podría considerarse el blues tocado por los blancos ( o en todo caso, por los no-negros ), queda en entredicho cuando encontramos negros cantando a Verdi o Puccini, con gran éxito.
En cuanto a Mayall, su disco Blues Alone ( 1967 ), en el que toca todos los instrumentos, sin la asistencia de luminaria alguna de la guitarra, y salvo el acompañamiento de Keef Hartley en la batería, prueba su dominio alcanzado en el blues. Además, Mayall tuvo contacto con el blues desde temprana edad, gracias a la colección de discos de su padre, lo que le dio un amplio conocimiento de la historia del género, y que le permitió evolucionar con conocimiento de causa, como lo atestiguan las etapas por las que ha pasado su obra.
padre blanco del blues
El descubrimiento que el mundo del rock hizo de John Mayall se debió, primero, al esparcimiento que hicieron de su nombre los músicos que habían colaborado con él. Segundo, por la multiplicación de bandas que en Inglaterra practicaban el blues, en el contexto del rock de los sesentas, y que llegaban a un público mas basto. Y, tercero, por la divulgación de su propio trabajo, precisamente gracias al boom del llamado blues británico, que el mismo ayudó a impulsar.
Por su parte, John Mayall había sido un cultor del blues desde los trece años de edad ( 1946 ), cuando también empezó a tocar la guitarra. Por otra, su padre era coleccionista de jazz. Y el blues ha formado parte de esa música desde tiempos inmemoriables.
Entonces, para cuando el blues empieza a ingresar a la cultura de masas, a través del rock and roll, en la segunda mitad de los cincuenta, John Mayall, nacido en 1933, es ya un ¨veterano¨ de veinte y cinco años de edad. Y con información suficiente sobre el blues. Además, debido a su edad, era menos influenciable por la ¨violencia juvenil¨ del rock and roll. De ahí que, ya en los sesentas, su forma de hacer blues fuera conservadora, en relación a las bandas de muchachos que también practicaban el género, como The Rolling Stones o The Yardbirds. Cuando Mayall empieza a grabar, es ya un treintón.
Sin embargo, las agrupaciones de Mayall, conocidas como The Bluesbreakers, si estaban integradas por muchachos, lo que daba a su blues la suficiente fuerza y carisma para atraer a un sector del público del rock. Logró así moverse un poco por fuera del underground, convirtiéndose en el primer bluesman del rock. Precisamente, fue en retrospectiva, cuando su nombre apareció en las marquesinas del rock, que lo bautizaron como el padre blanco del blues ( suelen también decirle ¨padrino del blues británico¨, o ¨padre fundador del blues británico¨. Por supuesto, no falta quien crea que estos y otros títulos son algo exagerados ).
Ciertamente, John Mayall no es el primer blanco en tocar blues. Ya en el folklore de los Estados Unidos ha habido antecedentes al respecto. Jimmie Rodgers, Hank Williams y otros han grabado blues. Es más, el blues ha ocupado en la música de los hill-billies nortemaericanos un lugar considerable desde mucho tiempo atrás. Y en tiempos ¨modernos¨ los norteamericanos John Hammond Jr y Paul Butterfield han dado muestras de buen blues hecho por blancos.
Incluso en Inglaterra, Lonnie Donegan, Chris Barber, Cyril Davis, Alexis Korner o Graham Bond, podrían reclamar el mentado título.
Pero ninguno de ellos salió del underground. No al menos como Mayall. Y tampoco tienen una discografía tan extensa y prolífica. Y si bien el propio Mayall nunca ha alcanzado la popularidad de un rock-star, y mucho menos la de un pop-star, si fue en su momento, debido a una serie de circunstancias, el ¨purista¨ blanco de blues más conocido, al menos desde la perspectiva del rock. Lo suficiente como para ganerse en exclusiva el título de padre blanco del blues. Hoy ya, el inveterado padre blanco del blues.
Actualidad
Con el resurgir del rock en los ochentas, de mano de las bandas del heavy metal, se produjo un redescubrimiento de las bandas setenteras, y un consecuente renacer del blues más eléctrico que informaba sus repertorios.
Efectivamente, en los ochentas el blues vuelve a ¨estar de moda¨, al menos en el mundo rock. Un fenómeno parecido al de finales de los sesentas. En esencia, es otro revival. Pero ahora los principales protagonistas ya no son los ingleses, sino los norteamericanos. Entre los nuevos talentos que lograron la mayor ¨popularidad¨ están Robert Cray, Steve Ray Vaughan y Jeff Healey, a los que se suma el inglés Gary Moore, si bien éste con una carrera anterior como rockero hard y progresivo.
Los nuevos bluseros ya no tienen el aspecto bohemio de Mayall ( o de Paul Butterfield ). Ahora son más pintorescos, espectaculares, resplandecientes. Conocen las raíces folkloricas de su música, pero no se presentan como puristas. Llegan decididos a conquistar al público del rock. A fin de cuentas, esa es la base social de su música. Se trata de un blues que, cruzado con el rock, ya no es exclusivo del pueblo negro estadounidense, cuyos jóvenes por cierto ya no le prestan mayor atención, pues otros géneros musicales lo han reemplazado en su gusto.
La carrera de John Mayall no fue ajena a ese fenómeno, y tras un periodo de extravío, durante la segunda mitad de los setentas, en los ochentas también retornó, precisamente con el sonido tipo blues-rock de los Bluesbreakers. Y volvió como sumo sacerdote, para cosechar lo que sembró durante años.
Pero ¨papa¨ Mayall no solo es música. También es letras y arte. Generalmente ha escrito sobre temas de actualidad. En los sesentas y setentas cantó sobre las drogas, el sexo, la naturaleza y la represión policial. También canto sobre su vida, familia y amores. Muchos de esos temas ahora están superados como tabúes. Pero entonces eran candentes ( como ejemplo, la canción Looking At Tomorrow, del doble Back To The Roots, de 1971, fue prohibida en España, por ser considerada de letra homosexual ).
Hoy Mayall le sigue cantando a la vida. De cuando en cuando nos recuerda sus vivencias con los Bluesbreakers sesenteros. Canta sobre sus influencias y héroes del blues. Sobre los amigos idos. No faltan sus críticas a la guerra, y su desencanto con los políticos. Pero sobre todo, sigue siendo un naturista empedernido ( cuando joven se construyó una casa en un árbol ). Tal vez de ahí el estado físico que le permite seguir activo a sus setenta y seis años, preparando algún nuevo disco, con una nueva banda, para luego salir de gira.
A Mayall no le ha sido ajeno el arte. Como diseñador gráfico profesional, graduado antes de dedicarse completamente a la música, John Mayall ha gustado de supervisar y controlar sus trabajos. Las fotos o pinturas que aparecen en sus discos generalmente son tomadas o pintadas por él. También diseñaba las portadas, e incluía en el reverso algún escrito de presentación del disco y la banda. En la era del CD, eso no ha cambiado. Sin embargo, su reducido formato si ha hecho que se pierda algo del encanto de portadas como las de A Hard Road o Back To The Roots, éste en su época con funda doble, e incluyendo un folleto con fotos y presentación de los músicos. Una maravilla ( además de su contenido, por supuesto ).
A estas alturas Mayall ha vivido bastante. En los cincuenta estuvo reclutado en Corea y se graduó de diseñador. Se conectó a los vibrantes sesentas a través de esa escuela del blues que fueron The Bluesbreakers. En los setentas era un músico respetado, y disfrutó de una libertad artística inigualable. Hoy es una leyenda viviente.
En todo este tiempo el mundo de la cultura pop, con rock y blues incluidos, ha cambiado. Muchos han empezado después de él, han triunfado y han desaparecido. Pero John Mayall aun sigue ahí, para felicidad de quienes han gustado de su música, el blues.
John Mayall . Roxanne
John Mayall And The Bluesbreakers - Crocodile Walk
John Mayall and the Blues Breakers
John Mayall Bluesbreakers with Eric Clapton - Hideaway
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